Mi hijo está haciendo un berrinche, ¿qué hago?

Todos los padres hemos vivido alguna vez la terrible experiencia de que alguno de nuestros hijos haga un berrinche o hemos presenciado el berrinche de un niño ajeno. Si el berrinche es en público, la situación se pone mucho peor y es más vergonzoso. En una situación así: ¿qué podemos hacer para salir airosos?

Primero debemos tomar la situación con calma y recordar que un berrinche es una situación en la que el niño o niña pierde el control y no sabe manejar su frustración. No es algo planeado, ni lo hace con la intención de humillarnos o hacernos sentir mal.

Mantener la calma. De ninguna manera debemos gritarle, discutir con él. Al contrario, lo ideal es bajar el tono y hablarle suavemente. Si no responde con palabras, lo mejor es dejarlo hasta que se canse. Aunque parezca imposible, lo hará, se cansará y el berrinche terminará. En esta situación, la mayoría de las veces no es posible hacerle entender o negociar. Es importante, durante este período de enfriamiento mantenerlo(a) vigilado(a), para evitar que se lastime.

Luego del berrinche o en algún momento tranquilo debes explicarle que con berrinches no conseguirá lo que quiere. Al contrario, recibirá un castigo. Una alternativa puede ser “tiempo fuera” o la pérdida de algún privilegio, como ver televisión, comer helado, o jugar juegos de video.

A medida que el niño vea que no logra sus deseos al hacer berrinche, será más tolerante a la frustración y eventualmente dejará esta práctica. Es muy recomendable asignarle responsabilidades, e irlas aumentando, de acuerdo a su edad, ya que de esa manera será capaz de enfrentar retos, sin perder el control de sí mismo. Se sentirá grande y los niños grandes no hacen berrinches.

Debemos explicarle que puede utilizar sus palabras y expresarnos lo que siente. Debe sentirse escuchado y, en la medida que se pueda, apoyarlo, para que vea que hablando y expresando adecuadamente sus anhelos y necesidades logrará mucho más que haciendo un berrinche.