Como anticipamos, Ricardo Rosselló Nevárez ganó con cerca de un 42% de los votos. El porcentaje más bajo obtenido por un Gobernador electo, desde que se permitió a los puertorriqueños elegir su gobernador en 1948. El sistema electoral de Puerto Rico permite la elección de candidatos que obtengan una pluralidad (quien más votos obtengan), contrario a sistemas electorales que exigen una mayoría de los votos, y cuando ésta no se obtiene, se exige una segunda vuelta con los candidatos que más votos obtuvieron. Esto significa que el 2 de enero estará juramentando un Gobernador a quien aproximadamente un 58% del electorado no apoyó. Eso sin contar la baja participación, la cual fue de un 55%, una de las más bajas en la historia de Puerto Rico.
Esta situación representa grandes retos para el Gobernador Rosselló, quien tiene la Cámara y el Senado a su favor. Aunque la victoria del Partido Nuevo Progresista (PNP) en las candidaturas a Gobernador y Comisionado Residente no fue contundente (con más de un 50% de los votos), como fueron las victorias del papá del Gobernador Electo Pedro Rosselló González en 1996, y la de Luis Fortuño en 2008, la legislatura estará compuesta por una amplia mayoría novoprogresista, una demostración de que el electorado no quiere repetir el estancamiento ocurrido entre 2005 y 2009, con la legislatura de un partido y el ejecutivo de otro. El mensaje enviado por el electorado fue también uno de castigo a la legislatura dominada por el Partido Popular Democrático (PPD), la cual aprobó una gran cantidad de impuestos y cargas contributivas, en su intento desesperado por obtener ingresos para el erario.
Candidaturas independientes
Asimismo, los partidos tradicionales recibieron un contundente mensaje de más de 260,000 electores que se decidieron por los independientes Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre, mientras que cerca de 40,000 personas votaron por María de Lourdes Santiago y Rafael Bernabe, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y Partido de Pueblo Trabajador (PPT), partidos minoritarios que perdieron su franquicia y deben buscar endosos si quieren continuar inscritos como partidos políticos. Si sumamos los votos obtenidos por el PIP, PPT y las candidaturas independietes, estamos hablando de cerca de 300,000 que decidieron votar acorde a sus creencias, y no seducidos por el miedo a “perder el voto”.
A pesar de que ninguno de los candidatos independientes a la gobernación logró ser electo, sí quedó demostrado que en las próximas elecciones un candidato independiente a la gobernación puede ser electo. Esto debe hacer que tanto el PNP, como el PPD se den cuenta que su monopolio parece haber terminado, y que tienen que empezar a producir resultados y a echar adelante a este País, si quieren tener opciones de gobernar en el futuro. La única manera de hacerlo es unir fuerzas y que personas de todos los partidos se pongan a trabajar juntos en beneficio del pueblo que los eligió.
El que sí logró ser electo fue el Dr. José Vargas Vidot, quien además logró el más alto número de votos entre los candidatos al senado por acumulación, cerca de 5,000 votos más que el que obtuvo la segunda posición, Tomás Rivera Schatz, del PNP y quien ocupará la Presidencia del cuerpo. Aunque Vargas Vidot acumulaba votos de todas la Isla, contrario a Rivera Schatz, que tuvo que compartir los votos de su partido con otros seis candidatos, el nuevo senador no contaba con el apoyo de un partido con una amplia base de seguidores. Es la primera vez que un candidato independiente al Senado es electo, lo que demuestra un cambio en la mentalidad del elector.
Municipios en mayoría PPD
Con excepción de los incumbentes de Cataño, Ciales, Loíza Vega Alta y Las Marías, cuyos alcaldes fueron derrotados, la inmensa mayoría de los ejecutivos municipales resultaron reelectos. En el 2012, el PPD obtuvo una mayoría de las alcaldías y esto se repitió en las elecciones del 2016. Aunque los municipios necesitan fondos y apoyo del gobierno central no se le hace imposibilita gobernar si el gobierno central es de un partido distinto al municipio. Eso lo saben los electores, por eso votan a nivel municipal, de forma indpendiente al partido por el que votan a nivel de gobernación y/o legislatura. Si los electores entienden que su alcalde está haciendo un buen trabajo, no tienen problema alguno en cruzar líneas de partido y reelegirlo. De igual forma, si el elector considera que no está trabajando correctamente, le votan en contra. Es por eso que tenemos alcaldes con más de 20 años y siguen siendo reelectos elección tras elección, como en el caso de Dorado, Mayagüez y Guaynabo. Esto también se traduce en municipios que han electo a los hijos de alcaldes que fueron muy exitosos, como ha sido el caso de Caguas, Carolina y Bayamón. Si unimos eso a la papeleta municipal, que ha sido independiente desde 1984, podemos explicar que el partido que perdió las elecciones en a nivel legislativo, la gobernación y la de comisionado residente tenga una mayoría de municipios controlados por alcaldes pertenecientes a su colectividad.
Hacia dónde vamos
Los resultados de estas elecciones, motivados principalmente por la insatisfacción con los gobernantes actuales, pero a su vez por miedo a votar por alguien sin posibilidades de ganar, han cambiado al paradigma político de Puerto Rico. Se abren las puertas a candidatos independientes, incluso para la gobernación, se han ido derribando miedos y el electorado es cada vez más exigente.
O se ponen a trabajar juntos en beneficio de Puerto Rico todos los funcionarios electos, o definitivamente el panorama político puertorriqueño para las elecciones del 2020 será muy interesante, con la posibilidad de un gobernador independiente, coaliciones o nuevos partidos obteniendo el poder.